martes, 29 de septiembre de 2015

Algunas reflexiones


Después de llevar un tiempo por aquí, me gustaría compartir una serie de reflexiones.

Digamos que hay tres tipos de novelas: las autopublicadas, las publicadas a través de una editorial tradicional y las publicadas a través de empresas que te ofrecen un servicio editorial.

1.- Entre las novelas autopublicadas, encontramos a dos tipos de autores: aquellos que priman la calidad por encima de todo y que deciden subcontratar a profesionales para que les ayuden con la maquetación, la corrección y la distribución de su novela; y aquellos otros que deciden hacerlo todo ellos mismos, bien porque contratar los servicios mencionados tiene un coste económico que no siempre es pequeño, o bien porque hay quienes están capacitados para hacerlo todo por ellos mismos.

Cada vez encuentro más casos de los primeros, los que se deciden a pagar por una portada, por una maquetación o por una corrección. En general, me da la sensación de que está aumentando la conciencia de que no se puede publicar cualquier cosa y de que el público demanda cierta calidad. Es cierto que un libro con una portada bonita y con un interior cuidado ayuda a que se venda más y, además, dice mucho del interés que tiene el autor por que su novela esté lo más perfecta posible. ¡Ojo!, tener una portada bonita o una corrección profesional no es sinónimo de éxito. Creo que quien se decide a corregir lo hace porque quiere tener una novela con el mínimo de errores y poder vender su producto con mayor seguridad sobre su calidad. O lo hacen por la satisfacción personal de haber hecho algo lo mejor posible.