jueves, 29 de mayo de 2014

En la mesa / a la mesa


Yo siempre me he sentado en la mesa. En varios libros he descubierto que la gente se sienta a la mesa, y la verdad, me parecía mucho más apropiado sentarse «a la mesa» que «en la mesa», así que llegó un momento en que yo también le pedía a mi familia que se sentara a la mesa.

El otro día, ya por curiosidad, investigué un poco para ver si yo había estado errada toda la vida, pero según el Diccionario Panhispánico de dudas, las dos formas son correctas.

Dice el DPD, que, aunque sentarse en la mesa significa «acomodarse encima de ella», la expresión es equivalente de «sentarse a la mesa», locución fija que significa «sentarse frente a una mesa para comer, negociar, etc.».

jueves, 15 de mayo de 2014

Entorno y en torno


Esto es tan fácil, que hasta me da vergüenza publicarlo. No es un error que encuentre a menudo, las cosas como son; pero sí que lo he visto alguna vez y por eso he pensado traer esta duda al blog.

Entorno (sustantivo) = ambiente, lugar, lo que nos rodea.

Nada podía salir mal en un entorno como el del Sofitel London St. James, hotel de cinco estrellas…

En un primer momento, y quizá sensibilizada en exceso por el entorno y lo emotivo de las circunstancias, había creído ver ante ella a Amelia Compton en persona.

—Aléjate de mí, de mi entorno y de mi vida, ¿me has entendido?


jueves, 8 de mayo de 2014

La coma vocativa


Creo que esta es una de las comas más fáciles de poner, y son muchas, muchísimas, las veces que se ignora en los libros. Quizá la coma es la más rebelde de nuestra amiga la ortografía, pero en este caso, no hay rebelión que valga, la coma debe acompañar desde el principio hasta el final, antes y después, al vocativo.

El vocativo se emplea para llamar o dirigirse a alguien (o algo personificado) de forma explícita:

—Te quiero, Roberto, te amo, pero el único hombre en el que confié antes de conocerte a ti...
—Sí, mujer, a mí la idea me gusta…
—Buenas noches, Roberto, te echo mucho de menos.
—No, mamá, no. Por favor…, mamá, no… No puedes dejarme sola… 


jueves, 1 de mayo de 2014

Puntos suspensivos


Hay un libro que en su día me llamó la atención precisamente porque los puntos suspensivos estaban excelentemente bien puntuados: Melocotón loco, de Megan Maxwell. Sin embargo, la mala puntuación de los puntos suspensivos es un error muy frecuente en los libros.

Después de los puntos suspensivos, pueden pasar tres cosas: que vaya una mayúscula, que vaya una coma, o que vaya una minúscula. En la mayoría de las novelas se omiten las comas detrás de los puntos. 

Entre los puntos suspensivos y la siguiente palabra se debe dejar un espacio (y lo digo porque ya he visto más de un libro donde no hay espacio entre los puntos suspensivos y la siguiente palabra). Además, los puntos suspensivos pueden coincidir con cualquier otro signo de puntuación. Aquí unos unos ejemplos:

—Es…, es un hombre encantador. —Y tocándose la oreja, dijo—: Se…, se llama Rodrigo y trabaja como bombero para la Comunidad de Madrid.
—¿Te molesta si te pregunto algo un tanto íntimo?


jueves, 24 de abril de 2014

Comillas y más comillas


La RAE distingue tres tipos de comillas:

Latinas, españolas o angulares: «latinas»
Inglesas: "inglesas"
Simples: ‘simples’

La Academia recomienda utilizar en primer lugar las comillas latinas:

«¡Me está llamando inmadura!».

«Porque tengo miedo».

Las comillas inglesas se utilizarían para entrecomillar algo dentro de un texto que ya va entre comillas:

Laura preguntó por las intenciones de las hijas y yernos de Miguelito y Lucero, y se enteró de que «los desagradecidos le estaban tomando el gustito al gentío y al bullicio de la "ciudá" y que ya no tenían tantas ganas de marchar "pa’l campo.

jueves, 17 de abril de 2014

Aun así y aún así

Lo reconozco, yo siempre escribo «aún así»; alguna fuerza oculta dentro de mi cabeza me lleva a escribirlo con tilde a pesar de saber que está mal. Explico aquí cuándo escribir «aun así» y «aún así», que es tan sencillo como decir que se escribe casi siempre sin tilde. 

Se escribe «aun así» cuando se puede sustituir por pese a eso, a pesar de eso, con todo o sin embargo.

Se escribe «aún así» cuando se puede sustituir por todavía así.

Violette sabía que Patrick odiaba ser interrumpido cuando estaba en su estudio, aun así (sin embargo) repicó con los nudillos antes de asomar la cabeza por la puerta.

No se vería mucho bajo la capa; aun así (con todo), le hacía sentirse bien saber que lo llevaba.

Su voz no admitía discusión. Aun así (pese a eso), el niño salió disparado de la buhardilla, no sin antes escuchar las últimas palabras.

Aun así (a pesar de eso), no podía evitar sentir cierta tristeza.

Como señala la FUNDÉU, también se puede dar el caso de encontrarnos ante el adverbio temporal «aún» seguido del adverbio de modo «así». En este caso, «aún» sigue, lógicamente, conservando la tilde. 

Inés iba a llegar en diez minutos y él estaba aún así (todavía así), sin duchar y con la casa sin recoger. 


jueves, 3 de abril de 2014

La coma después de «pero»


La semana pasada decía que siempre se pone coma delante de pero con algunas excepciones. Hoy voy a decir lo contrario: no se pone coma después de pero excepto en algunos casos.

Primero, veamos algunos ejemplos donde no debe aparecer la coma detrás de esta conjunción:

Mi idea de un fin de viaje memorable había sido una cena romántica con Jorge Anglada después de visitar la ciudad, pero al ver cómo se reía con la lagarta pelirroja, lo descarté de un plumazo. 

jueves, 27 de marzo de 2014

La coma antes de «pero»


Tenía intención de escribir en esta entrada sobre la coma antes y después de pero. Pero es un tema más complicado de lo que parece, así que prefiero hablar esta semana de la parte más fácil: la coma antes de pero; y dejar para la próxima la siguiente parte: la coma después de pero.

A lo mejor voy a simplificar mucho, pero después de haber releído varias veces la parte que la RAE dedica a este tema en su Ortografía de la lengua española, entiendo que la regla general es que siempre se escribe coma antes de pero, habiendo tres excepciones que pongo más abajo. Estos son algunos ejemplos donde la coma tiene que ir delante de pero

jueves, 20 de marzo de 2014

El punto fuera (o dentro) de las comillas


   Empezaré diciendo que hace unos años estuve trabajando en un manual en mi antigua empresa. El manual era en lengua inglesa y yo puse todos los puntos después de las comillas (como lo he hecho siempre). Cuando nos lo devolvió el corrector, había puesto todos los puntos dentro de las comillas. Yo me mosqueé. Mucho. Pero el corrector era el que llevaba razón. En inglés, el punto va dentro de las comillas. Esa es la norma en ese idioma y no hay más discusión.

   En muchos de los libros que leo en español, veo que el punto también queda dentro de las comillas, tal que así:

Menos mal que ir a casa de Miranda no era una cita.
«Pues claro que es una cita, y por eso vas a cambiarte
Odiaba a su conciencia.